La mujer cambió su postura, flexionó las rodillas y haciendo caso a la culebrilla sempiterna de humor a destiempo, con voz queda le recitó el dichoso chiste que caracoleaba en su mente
"Quiero colgáte, escupíte y matáte..."
El se volcó sobre ella y respondió " y yó leéte, escribíte y pintáte..."
Si , se dedicaria a la sopa de letras, el intelect o autodefinidos.
El sudoku no la seducia, los numeros no llamaban su atencion el placer de resolver era mínimo ,sin embargo esto...
Sí ,al final volveria a los crucigramas.
Mientras ,la madrugada comenzó a desplegar sus mapas...
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