La figura ,asomó en el claro del bosque con un cántaro bajo el brazo.
Se aproximó a ellos y los dió de beber aquel agua milagrosa.
Enebro mecido al viento
Nubes grises
La tarde
Ellos estaban allí, sedientos por mis errores
(Y ahora que lo pienso,siempre tuve la mente turbia, y la vida pensando en otras vidas)
Alguien, en alguna otra parte golpeaba con saña las porciones intermitentes de un arrogante bosquejo de arbol.
La mujer caminaba un tanto lenta , haragana...
Sorprendida ,bajó su cantaro, se dejó caer, y recostó su incredulidad contra el suelo.
Él se irguió. Giró su cabeza y enfrentó sus ojos...templados.
Aún quedaba algo que hacer
Recogió el recipiente con el agua restante , y con mano diestra la vertió sobre el indefenso tronco
La tierra,. absorbió con ansia cada gota.
Entre ellos...
La flor de jara en el suelo
El monte verde
El aire.
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