Dormitaba la tonta golondrina
En el alero viejo
Creyendo que era su sitio
Junto a la encina
Y soñaba (digo yo soñaba ), tan quieta e inmovil la veía
No soplaba el viento
La tarde nevosa caía
Qué pocos quedaban de aquellos inviernos
Cuantas hojas contaba la encina
A veces, entre nubarrones preñados de escarcha
Se escapa algún trozo de cielo
Pobre golondrina ¡¡
Ella aún no sabe , que ya no hay infierno.
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